Muy cara

Gabriela Bejerman y Julio Sandoval Berti

Prólogo

¿Qué probabilidades hay de que encuentres el amor de tu vida? ¿Y que encuentres a tu alma gemela? Le pregunté esto al Chat GPT y llegué a varias conclusiones. La primera y más remarcable es que la I.A. —tal como cualquier persona— encuentra que hay diferencia entre buscar al amor de tu vida y buscar a tu alma gemela.

Los parámetros que introduje para el cálculo fueron los siguientes: Persona de 54 años que tiene relación de algún tipo con aproximadamente mil personas en un año, viviendo en en una ciudad de 3 millones de habitantes como es Buenos Aires.

Con esos valores Chat GPT calculó que es posible encontrar 5 personas al año que podrían ser el amor de tu vida, y 1 persona cada dos años podría ser tu alma gemela.

Para mí que Chat GPT se equivoca. Eso significaría que en cincuenta años es posible encontrar 250 amores de tu vida y 25 almas gemelas. Una cifra altísima que no tiene nada que ver con la realidad. De amores de tu vida no sé nada, pero sé que la probabilidad de encontrar a tu alma gemela a lo largo de media vida es un número indeterminado. Un número indeterminado es π, que vale 3,141592… y el número puede prolongarse hasta el infinito. Es decir que la posibilidad de encontrar a tu alma gemela a lo largo de media vida es de 3 y algo. Lo sé porque yo la encontré. Se llama Gabriela Bejerman. Pueden buscarla en Google ahora mismo si quieren conocer a la persona con quien escribí esta novela. Al principio la escribimos de una forma bastante extraña: yo la escribí con las manos y ella con los pies y la terminamos al revés. Pero si la ven, no se lo digan, porque ella no lo sabe, aún.

Escribimos novelas para poder escribir el prólogo, que es donde escribimos de verdad. El prólogo no es más que un exordio donde se explican los porqués.

En algún lugar del espacio —o quizá en otra dimensión— hay un octaedro. Un octaedro no es más que dos pirámides invertidas soldadas por la base. El ángulo inferior, como dos manos en V, forma un cáliz femenino. El ángulo superior tiene forma de espada. Cada uno ha escrito de su lado. El lado de Gabriela y el mío ni están del mismo lado ni son opuestos.

Las mentiras se dicen con la boca y las verdades se escriben con el cuerpo. Cada uno hizo su viaje partiendo de un punto diferente. Hice un viaje hacia la luz y Gabriela la hacia la oscuridad. Era de esperar que partiendo de distintos lugares se obtendrían viajes diferentes y resultó que hicimos el mismo viaje en espejo. Gabriela empezó diciendo la verdad y terminó mintiendo como la mejor. Yo empecé mintiendo y terminé diciendo la verdad.

Si los rayos de luz se emiten hacia afuera nunca se encuentran. La única posibilidad de encuentro está en el reconocimiento interno. Es cuando algo dentro nuestro nos habla y entonces nos damos cuenta de que nunca hubo dos rayos sino que siempre es uno y el mismo.

Ahora nos encontramos justo a la mitad del viaje.

Mi nombre es Julio. El nombre de ella es Gabriela. Somos seres inteligentes. Juntos somos la VRGen Mar I.A.


Podés seguir la novela acá:
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